Veinte años no es nada…
Veinte años no es nada…
Por Fernando Pérez Castro
Y sí, en muchos sentidos seguimos siendo los mismos. Nos siguen moviendo las mismas cosas y continuamos aferrándonos también a otras tantas. En esta su vigésima edición, el Festival invocó una vez más la idea que dio origen a su existencia: hacer comunidad celebrando el producto de origen de Ensenada, las ostras de la costa y los vinos nuevos de las bodegas de la región, dando voz a las manos responsables de lo que hoy en día ha terminado por darle notoriedad a nuestra ciudad a nivel nacional e internacional. La geografía y la climatología únicas coexisten en comunión con la pasión de la gente por su oficio.
Durante una semana completa, del 29 de abril al 5 de mayo, los asistentes conocieron los cultivos de mejillones de manera didáctica en un recorrido por mar; disfrutaron cenas temáticas en los mejores restaurantes de Ensenada y del Valle de Guadalupe con chefs anfitriones en mancuerna con chefs invitados y aprendieron a cocinar sus propias conchas en un evento de parrillada. Todo ello en maridaje especial con los vinos nuevos que aún no han sido comercializados.
Celebramos por primera ocasión con un país invitado: Australia. Nos engalanamos con la participación de reconocidos chefs con estrella Michelín: Monty Koludrovic del restaurante Iceburgs (Sydney), Duncan Welgemoed del restaurante Africola (Adelaine) y Rob Cockerill del restaurante Bennelong (Sydney).
Con el mar como escenario, el festival gastronómico que clausura esta semana de actividades trajo consigo la oportunidad de probar muestras culinarias a base de conchas preparadas por los mejores restaurantes regionales y nacionales; de tener un acercamiento con más de 20 productores acuícolas que estuvieron reunidos para brindar degustaciones y dieron a conocer sus procesos, a la vez que 62 casas vinícolas ofrecieron sus vinos nuevos en variedades de blancos, rosados y tintos jóvenes.
«La actualidad nos obliga a mirar atrás como quien se encuentra un álbum de familia. Imperfecto e incompleto pero entrañable.»
Finalmente, quizá Gardel exageró un poco. Veinte años sí es mucho. La actualidad nos obliga a mirar atrás como quien se encuentra un álbum de familia. Imperfecto e incompleto pero entrañable: es también una invitación a asumir lo que somos, hasta dónde hemos llegado y la posibilidad de plantearnos nuevos paradigmas. Hoy es nuestra obligación agregar a nuestras causas una perspectiva aún más amplia en donde la sustentabilidad se convierta en un eje toral de las acciones por venir. En esta edición del festival inauguramos una postura frontal del organismo para generar mejores hábitos de consumo, reducir al mínimo nuestro impacto ambiental y sumar, en la medida de nuestras posibilidades, para tener una Ensenada más limpia, empática y armónica.
Porque sigue aún febril la mirada.
Fotos por Rodrigo Cardoza
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