Concurso de paellas: cerramos las fiestas, arrancamos la vinificación. Por Cecilia María García Muñoz
¿Te perdiste el concurso de paellas de la XXIX edición de las Fiestas de la Vendimia?
Aquí te contamos lo que pasó.
Doce en punto del domingo 18 de agosto. Las puertas de Viña de Liceaga se abrieron para recibir a más de 5 mil personas. Se trató del tradicional concurso de paellas “Ramón García Ocejo» en el que 92 equipos participantes ofrecieron a los asistentes una probadita de su mejor receta de paella. Para acompañarlos, 62 casas vinícolas con mínimo dos etiquetas de vino cada una ofrecían a los visitantes una muestra de vino para maridar, según su preferencia, con vino blanco, rosado o tinto.
Foto: Rodrigo Cardoza
Este evento es uno de los más esperados porque, para el público que visita el Valle de Guadalupe durante el verano, marca el gran cierre de las Fiestas de la Vendimia. Para los equipos paelleros, por otra parte, es la oportunidad de convivir con sus amigos más cercanos y familiares y probar que todavía conservan el toque de sazón que los ha mantenido en la pelea por un premio a la mejor paella de Ensenada, o para demostrar que han mejorado año con año su guiso. Y para las casas vinícolas es la última oportunidad de entablar una estrecha relación con sus clientes consumidores antes de arrancar un nuevo ciclo de vinificación.
Foto: Rodrigo Cardoza
Se pudo ver entonces a equipos paelleros en cuyo stand lucían orgullosamente los trofeos adquiridos en años anteriores, bandejas conmemorativas que los reconocían como los que alguna vez hicieron la paella con mejor sabor, o los que fueron verdaderos artistas al lograr un decorado y presentación dignos de enmarcarse: con arroz, azafrán, pimientos, camarones, conchas, embutidos y otras carnes se pueden hacer maravillas.
La dinámica del concurso es clara: los equipos participantes son calificados y premiados por jueces con paladares muy afinados; quienes adquieren los puntajes más bajos pierden su lugar para el próximo año y deberán luchar por él en el pre concurso de paellas que se organiza en mayo, donde los cuatro mejores equipos ganan su pase al Gran Concurso “Dr. Ramón García Ocejo».
Se sorteó el lugar de stand y la hora en que la paella sería calificada. Los jueces y los asistentes esperan por tandas la salida de las paellas: 13:00, 13:15, 13:30, 13:45, y así sucesivamente. Las filas se hacen poco a poco stand por stand, una cuatrimoto llega con una hielera a levantar las muestras para los jueves que se presentan ante cada equipo para el gran momento de revelar la vianda.
A las 18:00 horas, cuando el evento de degustación ha terminado, no hay más paella que probar y las vinícolas dejan de regalar muestras o vender vino. Se anuncia entonces a los ganadores. El equipo autodenominados “Flor y compañía” el premio al mejor esfuerzo en la decoración. Luego vino el premio a los que mejor hubieran presentado la paella, pero hay rubros a cumplir: en la cazuela, por ejemplo, deberá poder verse el arroz por lo menos en 30% del espacio. También se califica que esté rebosada, el color del arroz y que haya un orden o lógica en la disposición de los ingredientes presentados. La mejor presentación de la paella este 2019 fue para “Vivencias”.
Luego fueron reconocidos los 10 mejores equipos de paellas por su sabor, textura y combinación de ingredientes. El indiscutible ganador del año fue el equipo de “Los chatos”. Y aunque la ceremonia de premiación es el evento clausura de las fiestas de la vendimia, la música y la fiesta familiar continuó hasta la noche, celebrando que Ensenada es la capital del vino mexicano.
Foto: Rodrigo Cardoza
Cabe resaltar el compromiso sostenido durante 29 años de los productores de vino. Se pudo ver en el 100% de los puestos a los dueños y enólogos de las casas vinícolas sirviendo los vinos. Son ellos quienes presentan sus proyectos, comparten la pasión por hacer vino y reciben de viva voz de los asistentes la retroalimentación. Pocas ferias promocionales de vino pueden contar con este nivel de participación activa de los empresarios del vino, ofreciendo un cara a cara honesto entre productor y consumidor.
Aunque las paellas es el evento clausura de las Fiestas, durante los últimos años ha significado el banderazo de salida para la pizca de la uva blanca y el inicio del proceso de vinificación. Las celebraciones se acaban para dar paso al ciclo por el que todo el año se ha trabajado. El ecosistema vitivinícola pasó de hablar de copas, onzas de degustación y eventos a grados Brix, despalilladoras, mostos, prensas y vinificación.
¡Gracias a todos los que participaron en los eventos de la edición XXIX de las Fiestas de la Vendimia! A todas las empresas agremiadas en Provino les deseamos una buena cosecha y mejor vinificación. ¡Misión cumplida para las Fiestas! ¡Salud por el vino mexicano que este año se va a hacer!
Foto: Rodrigo Cardoza